jueves, 25 de noviembre de 2010

25 de noviembre: Día contra la violencia machista

Hoy nos ha tocado, más que ningún  otro año, gritar con voz rota, pero muy fuerte: ¡BASTA YA! Porque  las 66 muertas de este año, entre ellas, la de nuestra Silvia, se  merecen no caer en el olvido,porque , mientras ellos, los mezquinos, quieren esconderlo en el silencio, nosotras queremos gritar que somos libres,que no somos posesión de nadie, que no necesitamos un príncipe azul que nos proteja, porque tenemos el coraje y la determinación suficientes para poder afrontar las consecuencias de nuestros actos, que queremos relaciones de igualdad y no de sumisión, que, a pesar de que se empeñen a través de medios de comunicación, publicidad, películas, en hacernos creer que somos débiles, no necesitamos de un hombre que  nos saque de los atolladeros, queremos a los hombres para compartir plenamente y en libertad nuestra vida, pero no tememos a la soledad. Nos gusta cómo somos , somos felices también sin ellos, nos queremos, nos valoramos...

En la dinámica de hoy, hemos elegido 3 escenas de "Pretty Woman" y hemos analizado los estereotipos femeninos y masculinos. Hemos llegado a la conclusión de que el cuento del príncipe azul es un mito engañoso y nocivo, que sólo pretende la perpetuación de la idea de que la mujer está incompleta y necesita su "media naranja", pero ya hemos visto que somos una unidad completa y satisfecha. Por último, hemos elaborado el "Decálogo para una relación de igualdad", que no hemos terminado y continuaremos en la siguiente tutoría. Recordad todos los estereotipos machistas que tanto las chicas, como los chicos del grupo habéis dicho Y reflexionad sobre ellos:
  • " la trató como se debe tratar a una mujer"
  • " Para ser una prostituta, no la presionó"
  • " La tenía como a una reina: le compraba cosas, la consentía"
  • " Vuelve con ella para rescatarla"
  • "La libertad de las chicas debe ser una libertad controlada"
  • " La dejamos que se vaya con sus amigas".
Creo que hoy ha sido una clase muy provechosa, pero esta educación en la igualdad no se realiza en un día , es un aprendizaje continuo.
Para que sigáis reflexionando, antes de acabar el decálogo, os dejo esta presentación.



Y este poema de Gioconda Belli:
        "  No me arrepiento de nada

Desde la mujer que soy,
a veces me da por contemplar
aquellas que pude haber sido;
las mujeres primorosas,
hacendosas, buenas esposas,
dechado de virtudes,
que deseara mi madre.
No sé por qué
la vida entera he pasado
rebelándome contra ellas.
Odio sus amenazas en mi cuerpo.
La culpa que sus vidas impecables,
por extraño maleficio,
me inspiran.
Reniego de sus buenos oficios;
de los llantos a escondidas del esposo,
del pudor de su desnudez
bajo la planchada y almidonada ropa interior.
Estas mujeres, sin embargo, 
me miran desde el interior de los espejos,
levantan su dedo acusador
y , a veces, cedo a sus miradas de reproche
y quiero ganarme la aceptación universal,
ser la "niña buena", la "mujer decente",
la Gioconda irreprochable.
Sacarme diez en conducta
con el partido, el estado, las amistades,
mi familia, mis hijos y todos los demás sers
que abundantes pueblan este mundo nuestro.
En esta contradicción inevitable
entre lo que debió haber sido y lo que es,
he librado numerosas batallas mortales,
batallas a mordiscos de ellas contra mí
- ellas habitando en mí
queriendo ser yo misma-
Trasgrediendo maternos mandamientos,
desgarro adolorida y a trompicones
a las mujeres internas
que, desde la infancia, me retuercen los ojos
porque no quepo en el molde perfecto de sus sueños,
porque me atrevo a ser esta loca, falible, tierna y vulnerable,
que se enamora como alma en pena
de causas justas, hombres hermosos,
y palabras juguetonas.
Porque, de adulta, me atreví a vivir
la niñez vedada,
e hice el amor sobre escritorios
y rompí lazos inviolables
y me atreví a gozar
el cuerpo sano y sinuoso
conque los genes de todos mis ancestros 
me dotaron.
No culpo a nadie. Más bien les agradezco los dones.
No me arrepiento de nada, como dijo la Edith Piaf.
Pero en los pozos oscuros en que me hundo,
cuando, en las mañanas, no más abrir los ojos,
siento las lágrimas pujando;
veo a esas otras mujeres esperando en el vestíbulo,
blandiendo condenas contra mi felicidad.
Impertérritas niñas buenas me circundan
y danzan sus canciones infantiles contra mí;
contra esta mujer
hecha y derecha,
plena.
Esta mujer de pechos en pecho
y caderas anchas
que, por mi madre y contra ella, 
me gusta ser."
        Apogeo



No hay comentarios:

Publicar un comentario